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Muerte y homenaje a Hebe.

Buenos Aires, Argentina / Monterrey, Nuevo León, México.

25 de noviembre de 2022

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Las Madres de Plaza de Mayo es una asociación formada en 1979 durante la dictadura cívico militar argentina, su objetivo es la búsqueda de los desaparecidos y las desaparecidas, pero también la exigencia de juicio de los autores de esos crímenes. Bonafini o Hebe como la llaman, inició su tarea como presidenta de la Asociación en 1979, luego del secuestro y desaparición de la primera titular, Azucena Villaflor. Hebe nació en la ciudad de Ensenada, Provincia de Buenos Aires, en 1928; en 1977, secuestraron y desaparecieron a su hijo Jorge Omar. Un año después fue secuestrado y desaparecido su otro hijo, Raúl Alfredo. En 1979 hicieron lo mismo con su nuera.

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Hace unos días murió Hebe y ayer como todos los jueves se organizó la ronda (número 2328) en la Plaza de Mayo que se encuentra frente a la Casa Rosada - casa de gobierno - pero ahora también con la finalidad de rendirle homenaje y agradecimiento por tanta lucha y resistencia. Todos los argentinos confirman que fue territorio, cuerpo, voz y militancia por los derechos humanos.

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La cantidad de personas que se concentró ayer fue increíble; asociaciones, dirigentes políticos, referentes de la cultura, había cientos y cientos de personas. Sus cenizas fueron colocadas en el jardín del perímetro que rodea la Pirámide de la Plaza de Mayo, símbolo de libertad, algunas de las fotografías adjuntas muestran las leyendas, flores, objetos que los asistentes colocaron en la baranda. Se proclamó con todo el corazón que Hebe no murió, pues dejó el empuje a las demás Madres de Plaza de Mayo que solicitan el juicio de los militares responsables de dichos secuestros y asesinatos.

Se estima una cifra de 30,000 desaparecidos y muchos casos sin denuncia. Hebe fue dirigente y voz para toda la Argentina, su trabajo y resistencia logró viajar con la asociación a otros países para hacer evidente y denunciar las injusticias, esto gracias al apoyo de varias asociaciones a nivel internacional. Paradógicamente, su muerte coincide con este mundial de futbol y con el de 1978 en el cual la Argentina fue sede, en ese momento sus propias palabras fueron: “Para mí, una de las cosas más importantes es que Holanda haya pasado la marcha de las Madres en vez del mundial, porque era jueves, y ahí nos conoció el mundo. Yo creo que eso fue un cimbronazo muy grande para las Madres, porque inmediatamente las mujeres de Holanda nos escribieron y nos dijeron «estamos a su disposición», y ellas juntaron el dinero para que tengamos la primera casa, porque si no tan desboladas y tan desarmadas como estábamos yendo a las iglesias que nos pateaban o yendo a una confitería de la que nos teníamos que ir temprano porque si no nos llevaban presas, no sé si hubiéramos podido durar porque estuvimos tres años sin tener dónde reunirnos.”

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Algunas otras de sus declaraciones fueron: poco a poco intentaron que las Madres aceptáramos la muerte de los hijos, que [...] hay que exhumarlos en los cementerios, para confirmar que están todos muertos, sin que nadie nos diga quién, cómo, cuándo y por qué. Y estamos en contra de los homenajes póstumos, porque así se limpian los políticos, los que estuvieron de acuerdo con la dictadura. Rechazamos los homenajes, las plaquetas, los monumentos. ¡Seguimos diciendo que nuestros hijos viven, cada vez con más fuerza!

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Hebe, no solo reivindicó la lucha de sus propios hijos, sino que impulsó el reclamo colectivo de todas las Madres: “Todos son nuestros hijos”. Su visión e ideas pronunciaban que los derechos humanos debían conjugarse con los derechos sociales, de esa manera fue rotunda en su postura ante las desigualdades, un reclamo directo de memoria, verdad y justicia. Aparte de la Fundación de Madres de Plaza de Mayo, lograron instaurar el Instituto Universitario Nacional, un periódico, una radio, una librería y un centro cultural donde antes se encontraba el ESMA, que funcionó como centro clandestino de detención, tortura y exterminio, ahora Museo Sitio de Memoria.

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Ayer, mientras me encontraba en la concentración, en la ronda en la Plaza de Mayo con los compañeros y compañeras de La Poderosa, reflexionaba sobre nuestros desaparecidos y desaparecidas en México. ¿Qué está sucediendo? ¿Qué se está realizando? O más bien, ¿Qué no quieren que suceda?.

Desde 1964, tenemos más de 100 mil desaparecidos y desaparecidas, un patrón de total impunidad y falta de investigación. El Comité contra las Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas detectó que de finales de noviembre de 2021 a mediados de abril de 2022 desaparecieron casi 4 mil personas, un promedio de 28 al día, y señaló que el incremento de las desapariciones forzadas es facilitado precisamente por la impunidad. Según datos del organismo, entre el 2% y el 6% de los casos de desaparición han resultado en procesos penales y apenas 36 han tenido alguna resolución a nivel nacional. Advirtieron que muchas veces las desapariciones no se denuncian, con lo cual el total de personas cuya suerte se ignora podría ser más alto.

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Dice la ONU: En México los funcionarios públicos y el crimen organizado son los responsables de las desapariciones. También indica que la mayoría de los desaparecidos son hombres de 15 a 40 años, aunque se advierte que las cifras oficiales reportan una creciente tendencia a la desaparición de niñas y niños a partir de los 12 años, aunque también se debe incluir a los adolescentes y a las mujeres; confirman, se trataría de desapariciones que tendrían como objeto ocultar la violencia y explotación sexual, el feminicidio y la trata.

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Pero no podemos dejar de lado la desaparición de los defensores y defensoras de los derechos humanos y de los más de 45 periodistas entre el 2003 y el 2022, terriblemente con investigaciones y sanciones sin avances, con mucho dolor, los números no quedan ahí, pues también hay más de 52,000 personas fallecidas no identificadas en fosas comunes, instalaciones de los servicios forenses, universidades y centros de custodia y almacenamiento forense.

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El periódico El País dice: “México supera todos los horrores con otra cifra simbólica, manteniendo muchos de los problemas de inseguridad e impunidad de hace 10 años. México sufre una crisis forense, el país ni siquiera cuenta con registros fiables de fosas, de perfiles genéticos, de personas desaparecidas. Un escenario de terror, con miles de asesinatos al año, masacres y otros tantos desaparecidos. En otros países como Colombia, cuentan poco más de 99,000 desaparecidos desde 1970, principalmente por el conflicto entre guerrillas y grupos paramilitares. En Guatemala, las tres décadas de conflicto y represión gubernamental a finales de siglo pasado dejaron 45,000, de acuerdo a un cálculo de Amnistía Internacional. La diferencia de México con los demás, es que la mayoría de sus desaparecidos son de época reciente, cuando el país no vive dictadura alguna o guerras civiles. En teoría, México vive en paz, concepto que retan sus violencias, enlazadas con corruptelas antiguas. La delincuencia organizada se ha convertido en un perpetrador central de desapariciones, con diversas formas y grados de participación, aquiescencia u omisión de servidores públicos."

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En nuestro estado de Nuevo León las desapariciones recientes han puesto el foco en las fallas y corrupción del sistema. Es un espantoso dolor. Una herida abierta que gobierno y muchos de los ciudadanos desean no pensar ni recordar. Pero nuestros desaparecidos y desaparecidas son reales, tanto como Ayotzinapa y las muertas de Juárez, que siguen detenidos en el tiempo, sin resultados y con peligro al olvido.

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Un mensaje a Hebe desde Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos (as) en Nuevo León rescatado desde la página de su facebook:

Gracias Hebe, seguiremos tu ejemplo en FUNDENL.

En 2016 llegó nuestro libro a Las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina. En esta foto Hebe de Bonafini con “La Presencia de la Ausencia” en sus manos. Las desapariciones forzadas son, a pesar nuestro, uno de los temas que ha marcado a las últimas generaciones. A través de este libro compartimos con las Abuelas de Plaza de Mayo el testimonio que Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos (as) en Nuevo León publicamos en ese año, donde narramos las tristezas, pero sobre todo las injusticias de un sistema de justicia que no ve ni escucha.

¡VIVAS SE LAS LLEVARON, VIVAS LAS QUEREMOS!

¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

QEPD Hebe de Bonafini

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(Fotografías sin edición, directas desde el celular)

© 2023 por Ximena. Creado con Wix.com

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