Guicho´s bar es un lugar de mala muerte ubicado en el centro de Monterrey, Nuevo León, su historia inicia hace 25 años. Esa área de la ciudad no está declarada plenamente como zona roja, sin embargo, es donde se concentra mayormente la prostitución de la ciudad, este bar no es la excepción, ahí se reúnen las chicas trans para la convivencia bajo una mezcla de alcohol, música, drogas y sexo servicio. Se ubica en una segunda planta de un local de la Avenida Colón; el espacio es pequeño, un solo cuarto de 6 x 10 metros aproximadamente.

 

Al inicio comencé a ir por curiosidad y deseo de hacer retratos, luego me convertí en amiga de las chicas y del encargado de la barra que no es el dueño, pero todos llamamos Guicho. Un tiempo me nombraron la fotógrafa oficial.

 

Sin darme cuenta pasaron 10 años desde la primera vez que fui y aunque nunca pensé mis imágenes como un proyecto, ahora me doy cuenta de que son testigo y documento de los cambios de Guichos´s a través del tiempo.

 

Mis imágenes no son técnicamente pulcras, nunca me intereso, sino más bien anteponer el tema; trabajé con una pequeña cámara digital compacta automática con flash directo y otras veces con una Holga de plástico con película de 120 mm, tuve varios motivos en la elección de este equipo, buscaba integrarme/camuflajearme en el ambiente sin hacer ruido ni imponerme con un equipo de alto costo que además podían robarme en cualquier momento al salir de ahí.

 

En mis encuadres hay una saturación de color, texturas, formas, ángulos imprecisos, pero también risas, instantes fugaces y emociones. Ahora que reviso con lejanía las imágenes, me doy cuenta que reflejan el respeto con las que las realicé, nunca busqué el morbo, sino pequeños destellos de felicidad en ellos/ellas que navegaban en el límite. Hubo momentos, días e historias muy tristes, desgarradoras, de llanto, pero nunca las registré. Podría contar una historia completa de cada imagen.

 

Me gustaba regalarles las mejores fotografías y su agradecimiento era un par de cervezas; en los mejores casos su defensa física ante algunos clientes que intentaban sobrepasarse conmigo por ser la única mujer en el lugar.

 

Hoy Guicho´s Bar sigue existiendo, puedo decir que incluso tiene la misma rocola vieja, desgastada y rota que se tiene que golpear para que funcione, sin embargo, el ambiente cambió, ahora es sobrio, frío, todas las chicas han muerto por enfermedad, asesinato o drogas. Aún sigo visitándolo de tanto en tanto por mera nostalgia y para comprender, entender, que en esa búsqueda de rostros y momentos buscaba el mío.